No dejar ni por un momento el coche abierto o en marcha, aunque la parada sea breve, ya que son estos breves momentos los más esperados por los desgraciados cacos para hacernos la vida un poco más difícil. Hemos de llevar siempre las llaves con nosotros. Una gran cantidad de los robos se producen por dejarnos las llaves puestas en el coche. Si dejamos las llaves puestas y nos roban el coche, no recibiremos indemnización por parte de la aseguradora.

 

Prestar especial atención con a quién se le deja las llaves en los hoteles, parkings, discotecas, etc. (si hemos visto la película “Triple X”, sabemos de qué consecuencias tiene no tener en cuenta estas líneas).

 

Colocar un interruptor para que corte la corriente del vehículo, situándolo en un lugar escondido, ya que en caso de acceder a nuestro vehículo, el ladrón no tendrá tiempo para buscarlo. Aunque destrocen parte del habitáculo, siempre es mejor solicitar una indemnización por un cristal o salpicadero que por un coche entero.

 

Para abrir el coche, usar preferiblemente la llave en lugar del mando a distancia, ya que se está usando con mucha frecuencia, la copia de la señal de la llave para robar los vehículos.

 

Circular siempre con los pestillos bloqueados.

 

Si usamos GPS, no dejarlo a la vista en el vehículo y quitar la marca que deja la fijación en el cristal, ya que los ladrones se darán cuenta de este detalle.

 

No dejar puesta la carátula extraíble del equipo de música.

 

No dejar una copia de las llaves en el coche, ya que si entran en nuestro vehículo, lo tendrán todo hecho.

 

Intentar aparcar en zonas bien iluminadas y transitadas. La gran mayoría de los robos lógicamente se producen de noche y en los lugares de menor visibilidad.

 

Programar la alarma para que no desconecte al abrir la puerta del coche.

 

Prestar especial atención a cómo hemos dejado las puertas y las ventanas, que todo esté bien cerrado, ya que a veces aunque nosotros las cerremos, cualquiera de los demás pasajeros puede haber tenido un descuido.

 

No dejemos cosas de valor a la vista ya que puede ser un aliciente más para que elijan a nuestro vehículo como objetivo de su robo.

 

Si dejamos las ruedas del coche un poco curvadas cuando aparquemos o hacia un bordillo si se nos da la oportunidad, conseguiremos ponerlo un poco más difícil si el ladrón pretende empujarle al vehículo.

 

Si puedes usar un garaje, hazlo. Siempre será más recomendable, sobre todo si tiene vídeo vigilancia. Aun así hemos de ser cautos y seguir las recomendaciones anteriores para anular casi en su totalidad la probabilidad de robo.

 

En los parkings, intentar aparcarlo cerca de una salida o de la oficina del vigilante o donde haya una cámara de vigilancia. Si dejamos objetos de valor en el coche, hemos de pegar la parte trasera a la pared, para dificultar que puedan forzar el portón.

 

Si vamos a dejar el coche aparcado por un largo tiempo, lo ideal será usar algunas de las medidas existentes para evitar que se pueda arrancar.

 

Denuncia policial al instante, aportando todos los datos que puedan sobre el vehículo y el robo. Denunciar en la policía local y la guardia civil.

 

Esperar para darlo de baja en tráfico, ya que siempre tendremos tiempo para hacerlo.

 

Avisar a la aseguradora y al banco, si nuestro vehículo está financiado.